Celebremos el día de la Convivencia Escolar con una Actividad de SelClass

 


 PLANIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD
Quemando las creencias limitantes

 

 

Descripción de la actividad

Nombre actividad

Quemando las creencias limitantes

Programa

Bitácora Docente

Clave

3. Conduce tus pensamientos y emociones

Competencia

1-Autoconciencia

Habilidad

3-Autovaloración

Materiales

Lápiz, papel, basurero, fósforos, hoyo en un macetero o en la tierra

Destinado a

Docentes

Tiempo Estimado

10 minutos

Metodología

Aprendizaje en base a problemas Sel.

Resumen

En una hoja de papel se escribirá alguna creencia limitante que se haya identificado. Luego haremos un acto de descarga psicofísico de destruir esa creencia. Se arrugará con vigor mientras se repite la creencia contraria (creencia potenciadora), se puede patear, saltar, romper, quemar y enterrar ese escrito. (Puede repetirse cuantas veces quiera)

Objetivos de la actividad

Inicio:

Etapa 1

Pregunta pedagógica / situación:

  • ¿Eliges las palabras que te dices a ti mismo?
  • ¿Te machacas con las palabras?
  • ¿Sabías que las palabras que seleccionas generan realidad?
  • ¿Sabías que nos hablamos a nosotros mismos unas 50.000 veces al día y que el 80% de lo que nos decimos contiene mensajes negativos?
  • ¿Qué creencias tienes de ti mismo?
  • ¿Cuál de esas creencias te limitan?
  • ¿Cuál de esas creencias te potencian?
    Puedes seguir con este video

Etapa 2

Actividad:

Las creencias son juicios arraigados, a veces desde nuestra infancia, que mayoritariamente obedecemos sin ser conscientes de ello y moldean nuestros comportamientos, pensamientos, nuestras relaciones y nuestros conceptos de felicidad y éxito en la vida.

Por lo que para cambiar determinadas acciones y comportamientos debemos comenzar por revisar nuestras creencias.

LAS CREENCIAS LIMITANTES:

Son percepciones o generalizaciones de la realidad, que nos impiden crecer y desarrollarnos como personas. Son ideas, opiniones o pensamientos negativos que consideramos como ciertos, sin que lo sean, y que tienen una influencia condicionante en nuestra vida, ya que limitan nuestro potencial y el logro de resultados.

“No tengo la capacidad suficiente para…” “No puedo hacerlo porque…” “Ya no tengo edad para…”

Toma varias hojas y un lápiz

1. Piensa en una creencia limitante que tengas:

2. Escríbela en una hoja con letras grandes

3. Descarga tu frustración mientras escribes estas creencias

4. Puedes usar malas palabras si quieres

5. Léela y revélate ante ella.

6. Construye una creencia opuesta positiva

Por ejemplo:

“Yo no soy capaz”—— “Yo soy capaz”

“No tengo nada interesante que le pueda atraer a otra persona”——“Soy interesante y puedo conquistar con mis habilidades”

7. Ahora mientras repite la creencia positiva mentalmente o a viva voz:

8. Arruga el papel vigorosamente

9. Puedes tirarlo al suelo y saltar sobre él.

10. Sigue repitiendo la creencia positiva mentalmente o a viva voz

11. Puedes romperlo, pisarlo, patearlo, tirarlo al basurero

12. Si quieres puedes quemarlo sobre un hoyo de tierra (macetero o en le jardín) mientras ves que se consume imagina cómo esta creencia se consume de tu mente para hacer nacer esta nueva creencia. Luego entierre las cenizas.

Puedes repetirlo con otras creencias cuántas veces quieras.(Usa una hoja por creencia)

Si esta creencia vuelve a aparecer, recuerda este ejercicio simbólico y reemplaza esa creencia limitante por la creencia positiva.

 

Etapa 3

Reflexión de la actividad:

1. ¿Cómo te sentiste haciendo esta actividad?

2. ¿Cómo te relacionas verbalmente contigo mismo?

3. ¿Puedes reconocer el origen de estas creencias limitantes?

3. ¿Que creencias nuevas y positivas reconociste?

4. ¿Cómo le hablas a tus estudiantes cuándo se equivocan?

5. ¿Qué palabras consideras que deben evitarse para no generar creencias limitantes con tus estudiantes?

6. ¿Qué descubriste?

 

Etapa 4

Contenido:

Seleccionamos el siguiente artículo para ti:

DETECTA Y ELIMINA TUS CREENCIAS LIMITANTES

Las creencias limitantes constituyen un asunto quizá demasiado denso para el verano, pero de gran importancia en nuestras vidas, por lo que creo que ha llegado el momento de tocarlo, eso sí, con frescura y fluidez, y hablando con la mayor sencillez.

Voy a explicarte qué es exactamente una creencia limitante y a darte herramientas para detectar las tuyas y técnicas para eliminarlas, para liberarte, para soltar amarras. No hablamos de un tema fácil, y lo mejor para ello es contar con la ayuda de un profesional, pero puede ser un principio.

PERCEPCIÓN Y REALIDAD

Comenzaré con una cita de uno de esos westerns de Anthony Mann que tanto me gustan (esto es un pequeño homenaje a mi tío, el gastrónomo Antonio Vergara DEP, que suele incluir citas del western y el cine negro en casi todos sus artículos).

Un grupo de colonos prepara el campamento en territorio Apache. Uno de ellos está muy inquieto, por lo que otro más veterano le dice:

«Ve a dormir tranquilo, todo el mundo sabe que los indios no atacan antes del amanecer.»

A lo que el primero responde:

«Sí, pero… ¿Lo saben los indios?«

La realidad es polifacética, podríamos decir que infinita, y las personas solamente tenemos acceso a un punto de vista: el nuestro. Ese punto de vista es nuestra aproximación a la realidad, forjada a partir de experiencias y creencias. Esas creencias configuran nuestro mapa mental.

La creencia de que los indios no atacan de noche está ahí, “todo el mundo lo sabe”. Pero ¿es esa la realidad?

¿QUÉ ES UNA CREENCIA LIMITANTE?

Una creencia es básicamente un juicio sobre nosotros mismos o el mundo que nos rodea. Construimos nuestras creencias en base a nuestras experiencias y a la influencia de los demás, y acaban siendo normas para vivir, principios de acción sobre los que actuamos de un modo u otro.

Es interesante destacar que las creencias se forman a base de experiencias y, a su vez, las creencias influyen en nuestras experiencias, por lo que podríamos decir que creencias y experiencias se modifican mutuamente, se retroalimentan.

Las creencias no son malas o buenas de por sí. Podemos dividirlas dependiendo del efecto sobre nosotros y nuestros objetivos. Cuando nos impiden hacer cosas, nos maniatan y son una dificultad para crecer, diremos que son creencias limitantes. Si por el contrario nos impulsan a mejorar, las llamaremos creencias potenciadoras.

Señalaremos también que a los seres humanos nos encanta tener razón, y haremos prácticamente lo que sea para confirmar que nuestras creencias son las más ciertas y válidas. Tener razón nos da seguridad y una falsa sensación de que controlamos nuestra vida.

Algunos ejemplos de creencias limitantes:

• No sirvo para emprender.

• Hoy en día no se puede vivir de la arquitectura.

• No tengo talento suficiente para ganar un concurso.

• Si no me muestro fuerte todo el tiempo, la gente me atacará.

• No merezco lo que he conseguido a nivel profesional, ha sido pura suerte.

LAS CREENCIAS Y SU EFECTO AUTOCUMPLIDOR

¿Conoces el Efecto Pigmalión? Basado en el Mito del mismo nombre, nos habla de profecías autorrealizadas, de la influencia poderosa de las creencias en nuestra eficacia. Nuestro cerebro aprende a saber qué esperar en cada momento de acuerdo con nuestras creencias y, dado que esperamos que algo ocurra, a menudo conseguimos exactamente lo que prevemos.

Un bonito ejemplo que puede que conozcas es la historia del récord de la milla.

Allá por el año 1954, el récord mundial de la milla británica (1.609 metros) llevaba años vigente (desde 1945). Se había extendido la creencia de que era imposible bajar de cuatro minutos, de que el cuerpo de un ser humano no era capaz de superar ese límite. Todos los intentos fracasaban repetidamente. Era el Everest del atletismo.

En eso apareció un joven estudiante de medicina británico, Roger Bannister, quien por delante de todos los grandes atletas profesionales consiguió bajar de la temida barrera haciendo 3:59. El impacto de la hazaña fue enorme, y en un período de tiempo muy breve el récord fue superado en repetidas ocasiones por atletas de todo el mundo, viéndose rebajado continuamente.

¿Qué había sucedido? ¿Acaso Bannister había encontrado la técnica para hacerlo? ¿Hacía algo diferente en carrera? No. Simplemente, mandó el mensaje con su logro de que hacerlo era posible. Y los atletas profesionales, liberados de esa losa, de esa creencia limitante, lo hicieron una y otra vez.

Las creencias limitantes son un aspecto de nuestra vida importante y que merece atención. El cuerpo se alimenta también de pensamientos. No le repitamos todos los días a nuestro hijo que va a suspender, puesto que lo lograremos.

Dice Richard Bach: “Justifica tus limitaciones y, ciertamente, las tendrás”.

CREENCIAS LIMITANTES Y NEUROCIENCIA

Muchas de nuestras creencias se han formado durante la infancia, por ejemplo, cada vez que nos decían que no llorásemos en público. Suelen estar muy arraigadas en nuestro subconsciente, por lo que son ajenas a nuestro control y difíciles de modificar.

Estos programas no son más que redes neuronales que se han establecido en nuestro cerebro. Las neuronas, mediante la sinapsis, han formado una red que se ha ido consolidando con el tiempo. Cada vez que la creencia se ha manifestado y confirmado, la red se ha ido haciendo más sólida. Por eso cuesta tanto reprogramar. Cuesta, pero se puede.

Además, el hecho de que estén tan arraigadas en el subconsciente implica que tienen una enorme influencia en nuestro comportamiento. Otro día profundizaremos en la analogía del iceberg, pero a grandes rasgos podemos comentar lo siguiente.

El consciente supone un 5% de nuestro pensamiento. Nuestro cerebro consciente funciona en ondas beta y procesa información a unos 40 bits/seg. Al igual que en un iceberg, la parte consciente, la que se ve, es la menor. Lo gordo está más abajo.

El subconsciente e inconsciente suponen el 95% de nuestro pensamiento, funcionando con ondas alfa, theta y delta. Procesan a unos 20.000.000 bits/seg. Nótese la diferencia.

Esta extraordinaria capacidad del subconsciente significa que, cuando vamos a pensar algo conscientemente, el subconsciente ya ha ido y ha vuelto varios miles de veces. Por eso tiene tanta influencia en nuestro comportamiento. Y las creencias “están ahí”.

A destacar que el cerebro de los niños funciona en ondas delta hasta los 3 años, de ahí que aprendan tan rápido, que sean esponjas y que se formen tantas creencias en esa edad. Funcionan en modo subconsciente.

DETECTAR CREENCIAS LIMITANTES

¿Sabes que nos hablamos a nosotros mismos unas 50.000 veces al día, el 80% de las cuales contienen mensajes negativos? Ése es un buen punto para empezar. ¿Qué cosas negativas te dices? Ejemplo: “Lo he vuelto a hacer mal, nunca conseguiré hacerlo bien”.

Además de esto, la mejor manera de detectar creencias limitantes es haciéndote preguntas poderosas. Obviamente, en cada persona serán distintas, pero puedes empezar preguntándote ¿por qué? cada vez que detectas un objetivo que crees que no puedes cumplir. O de otro modo: ¿Qué te impide alcanzar tu objetivo? ¿Qué crees que te frena?

Puedes hacer lo mismo cuando notas que algo te impide vivir tus valores. Por ejemplo, tengo el valor de vivir libre, pero soy incapaz de dejar mi trabajo de 8 a 19 y dedicarme a otra cosa para ganar autonomía. Si te preguntas por qué, tal vez llegues a algo como “sólo sirvo para hacer lo que hago ahora mismo”. Ésas son creencias limitantes.

Explora las áreas más comunes en cuanto a creencias limitantes, que son: desesperanza (creo que el objetivo no es alcanzable), impotencia (el objetivo es alcanzable, pero creo que no soy capaz de ello) y ausencia de mérito (creo que no merezco el objetivo).

Se trata de poner esas creencias negro sobre blanco y tomar conciencia de ellas. De ese modo, te conocerás mejor y tendrás más capacidad para crecer. Estar anclado siempre en el mismo nivel de conciencia es como leer siempre la misma página de un libro.

¿PUEDO CONSEGUIR TODO LO QUE ME PROPONGA?

Tengo una mala noticia: no eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas. Vende más decir que sí, pero no es cierto.

Si tengo 65 años y me propongo ser astronauta, no lo voy a lograr.

Yo mismo no conseguiré jamás jugar al rugby con los All Blacks, porque no soy neozelandés, peso 70 kg. y con mi edad los jugadores de rugby se están retirando. Jamás me seleccionarán. Hay cosas que no dependen de nosotros.

Sin embargo, sí que es cierto que el ser humano, en lo que depende de él mismo, tiene muy pocos límites. En eso sí que podemos trabajar y mejorar, empezando por eliminar las creencias limitantes.

Obviamente, eliminar una creencia no nos hará conseguir algo de repente, por ejemplo jugar bien al tenis, pero nos pondrá en el camino que nos permitirá, con trabajo y esfuerzo, acercarnos al objetivo.

Decía Santiago Ramón y Cajal que “Todo ser humano puede ser escultor de su propio cerebro”. Es cierto.

ELIMINAR CREENCIAS LIMITANTES

Una vez detectadas, todas las técnicas para eliminar creencias limitantes se basan en desafiarlas continuamente y con constancia.

La toma de conciencia de que la creencia existe y de cuál es exactamente representa el 50% del trabajo. Así pues, el primer paso para tratar con creencias limitantes es ponerlas en palabras.

Una vez lo hemos hecho, resulta útil formularnos preguntas como:

¿Qué hechos demuestran esa creencia? ¿Qué hechos demuestran lo contrario?

¿De qué me sirve tener esta creencia? ¿Cuál es el precio que estoy pagando por tenerla?

¿Qué me aporta? ¿Qué intención positiva tiene?

¿Siento paz o estrés con esta creencia? ¿Quiero continuar sosteniéndola?

Con ello, solemos caer en la cuenta de que las creencias limitantes se ajustan a una realidad muy parcial: la nuestra. Los hechos las contradicen, son inútiles y su único papel es frenarnos. Tal vez fueron útiles en algún contexto determinado del pasado o en otra situación diferente, pero no deben gobernar nuestra vida actual. Esta toma de conciencia supone otro 30% del trabajo.

En este punto es importante señalar que, a veces, estas creencias limitantes sí nos aportan algo que percibimos como bueno. Es el llamado subproducto positivo, como la nicotina del tabaco. Por ejemplo, la creencia “No soy capaz de dejar marchar a mi familiar tras su muerte” aporta la pequeña ganancia en seguridad de tenerlo todavía conmigo.

Es fundamental ser consciente de estas pequeñas ganancias y pasar a obtenerlas mediante otros mecanismos que sustituyan la creencia, de modo que ya no la necesitemos. En el ejemplo, trataremos de conseguir esa seguridad de otras maneras menos tóxicas.

Una vez conscientes de todo ello, el 20% restante del trabajo consiste en ir desafiando nuestra creencia limitante día a día. Cuando surja, nos repetiremos que no es cierta, que es inútil y que lo que nos aporta lo podemos conseguir por vías más sanas. Las frases reafirmantes al inicio del día pueden ayudar. .

Todo esto cuesta, y es un proceso largo. Las creencias se han ido reforzando durante muchos años, por lo que no podemos esperar eliminarlas en dos días. Pero se puede. Depende de la persona y de muchos factores, pero se suele decir que en unos 3 meses podemos reprogramar una creencia si somos constantes.

Existen técnicas sencillas procedentes de la psicología gestáltica, la programación neurolingüística, etc., que hacen más fluido y eficaz el proceso, y que se llevan a cabo contando con la ayuda de un profesional.

Etapa 5

Aplicación Docente:

Observe cómo los estudiantes se relacionan verbalmente con ellos mismos, si detecta creencias limitantes hágales consciente de que es solo una creencia y pídale que haga el ejercicio de cambiarla por otra potenciadora.

Puede explicar a sus estudiantes que la neuropsicología ha descubierto que nuestro cerebro aprende a saber qué esperar de cada momento; es decir, si esperamos que en el próximo examen reprobemos, probablemente estudiaremos menos, y entonces este pensamiento negativo se hará realidad.

Tenga atención en no generar creencias limitantes en sus estudiantes, si se equivocan puede decir que “todavía” no lo han comprendido pero que tienen todo el potencial de hacerlo.

Las creencias son la base de la autoestima, tenga cuidado de elegir bien las palabras que usa con sus estudiantes, teniendo especial atención con el uso de la palabra NO, busque formas positivas de decir lo mismo: Por ejemplo: ¡eso esta mal!, ¡no está bien!, use mejor: Lo adecuado en esta situación sería…..

Cierre

Etapa 6

Cierre:

Puede compartir estas palabras con sus estudiantes:

“Mantén tus pensamientos positivos,

porque tus pensamientos se convertirán en tus

PALABRAS

Mantén tus palabras positivas

porque tus palabras se convertirán en tus

ACCIONES

Mantén tus acciones positivas

porque tus acciones se convertirán en tus

HÁBITOS

Mantén tus hábitos positivos

porque tus hábitos se convertirán en tus

VALORES

Mantén tus valores positivos

porque tus valores se convertirán en tu

DESTINO”

Ghandi

Profesor: Gracias por revelarse para permitir que sus estudiantes también se revelen. ¡Vuele alto!